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ANO SANTO JUBILAR - 2025 | PEREGRINOS DE ESPERANÇA

Mensaje Pontificio | Nuestra Señora de Guadalupe, Patrona de México

MENSAJE PONTIFICIO
TOTUS TUUS GUADALUPE
DE SU SANTIDAD
EL PAPA JUAN PABLO II
CON OCASIÓN DE LA
FIESTA DE NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE, PATRONA DE LAS AMÉRICAS


IOANNES PAVLVS, EPISCOPVS
SERVVS SERVORVM DEI

APERPETVAM REI MEMORIAM

A todos los miembros de la amada Nación Mexicana, a sus pastores, sacerdotes, religiosos, religiosas, fieles laicos y a todos los que lean estas letras, saludo y bendición apostólica.

En este día de gran júbilo, elevo mi corazón en acción de gracias a Dios por permitirnos celebrar, la presencia materna de Nuestra Señora de Guadalupe, Estrella de la Evangelización y Consoladora de los pueblos de esta tierra bendita. Su imagen sagrada, impresa en el manto del Tepeyac, sigue siendo fuente de esperanza, unidad y ternura para millones de sus hijos, que la reconocen como Madre y Reina.

A los pies de la Guadalupana, recordamos que María siempre se hace cercana a quienes sufren, a quienes buscan consuelo y a quienes anhelan paz y justicia. Ella escucha el clamor de los pobres, anima a los jóvenes, fortalece a las familias y sostiene la fe de todos aquellos que confían en su intercesión. Con su palabra “¿No estoy aquí yo, que soy tu Madre?”, recuerda a cada uno de ustedes que jamás están solos en el camino de la vida.

En este momento particular de la historia de México, invito a todo el pueblo a contemplar el ejemplo de la Virgen de Guadalupe: la Madre que promueve la fraternidad, que genera reconciliación y que abre caminos de esperanza donde hay divisiones y heridas. Que su presencia inspire gestos concretos de solidaridad, diálogo y paz entre comunidades, familias e instituciones.

Pido también que, bajo su mirada compasiva, todos los mexicanos renueven su fidelidad a Cristo, luz que nunca se apaga, y se conviertan en testigos de un Evangelio que dignifica a la persona humana, valora la vida y promueve el bien común.

Con afecto paternal, concedo a cada uno de ustedes mi bendición apostólica. Que el Señor los fortalezca en su fe y que la Santísima Virgen de Guadalupe siga siendo para México un signo constante de amor, protección y unidad.

Dado en Roma, junto a San Pedro, el día 12 de diciembre, en la solemne celebración de la Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, del año jubilar del Señor 2025, primero de mi pontificado.


 Ioannes Paulus Pp. II
Pontifex Maximus